¿Te gusta la cerveza? Pues seguro que siempre has pensado en poder hacer tu propia cerveza casera. Aunque pueda parecer lo contrario, es más fácil de lo que parece, siempre y cuando tengas ganas y todo el material e ingredientes. Si realmente quieres probar suerte y ver que tal te queda tu propia cerveza, en este artículo te vamos a mostrar todos pasos.

¿Qué necesito para hacer cerveza artesanal?

Lo primero que tienes que tener es un kit de cerveza artesanal para poderla hacer sin problemas. En el mercado hay muchas opciones entre las que elegir, de aquí que seguro que podrás encontrar el kit que se ajusta a tu presupuesto y a la producción que quieres realizar.

Ahora te voy a mostrar los ingredientes que necesitarás para hacer 15 litros de cerveza casera. Si tienes la intención de hacer menos litros, solo tienes que reducir los ingredientes a la cifra que te interese.

30 litros de agua sin cloro

25 gramos de lúpulo

4.5 kilos de malta de cebada

Azúcar

Un sobre de levadura para hacer cerveza

Pasos para hacer en casa cerveza

Maceración:

Es el primer paso que debemos de dar. Para comenzar, ponemos en una olla de agua caliente la malta de cebada y la ponemos a una temperatura de 70 grados. Recuerda, por cada kilo de malta tendrás que usar tres litros de agua. Mientras coge la temperatura, vete moviendo poco a poco para evitar que se puedan crear grumos.

Hervor:

Tras conseguir el mosto, es el momento de hervir durante una hora. Mientras se va produciendo este proceso tendrás que ir añadiendo poco a poco el lúpulo. El objetivo es añadir el amargor que hace que la cerveza tenga ese sabor característico. Tras el hervor tendrás que revolver para conseguir que los residuos caigan al fondo de la olla.

Enfriado:

Ahora es el momento de pasar la cerveza o el mosto hervido a un fermentador que tendrás si tienes un buen kit. El objetivo es conseguir que la temperatura baje lo antes posible. Este proceso es sencillo y puede ser realizado a través de diferentes medidas. Una manera casera de bajar rápidamente la temperatura es meterlo en hielo, sin que el agua o el hielo tenga contacto directo con el líquido. Otra opción puede ser la de pasar la cerveza a través de un caño de cobre enfriado con hielo, pero no todo el mundo tiene este tipo de caño, de aquí que la primera opción suela ser la más usada.

Fermentación:

Este paso consiste en poner la mezcla en un recipiente para que pueda fermentar. Muchos kits incluyen el recipiente para la fermentación, pero en ocasiones se puede poner en un bidón de agua.

En el recipiente se añade la levadura. El objetivo es convertir el azúcar del mosto en alcohol. No olvides poner en el recipiente una salida de aire, pero en dicha salida no puede entrar aire. Esto se suele conocer bajo el nombre de trampa de aire. Para que te hagas a la idea, la fermentación suele tener una duración de 10 días más o menos. Para conseguir unos buenos resultados, te recomiendo poner el recipiente a una temperatura de unos 19 grados y en un lugar oscuro. Pasado ese tiempo obtendrás cerveza sin gas.

Maduración y embotellamiento:

Ahora que ya tienes la cerveza sin gas, la misma la deberás pasar a otro recipiente para eliminar cualquier cama de levaduras. Este proceso debe ser realizado en frío para conseguir mejores resultados a la vez que tendrás que dejar reposar otra vez durante aproximadamente una semana.

En este proceso también tendrás que realizar la carbonatación natural. Para conseguirlo tendrás que realizar un almíbar. Lo podrás hacer con 7 gramos de azúcar por litro. Pon ese azúcar con agua (poca cantidad) y ponlo a hervir durante unos minutos. Cuando lo tengas preparado, lo añades al mosto y lo mezclas evitando en la medida de lo posible el contacto con el aire para evitar la oxidación.

Ahora deberás rellenar las botellas con la cerveza y taparlas para que reposen. Aproximadamente durante unos diez días. Pasado este tiempo seguramente la cerveza estará lista, aunque puedes dejar algún día más para tener seguridad. Si quieres saber si la cerveza está lista, abre una botella y si al servirla sale gas, esto quiere decir que está lista.

Recuerda guardar las botellas a temperatura ambiente para que reposen adecuadamente. Y si la primera tirada no te sale bien, vuélvelo a intentar. Seguro que a la segunda triunfas.

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