Las mermeladas y confituras son una de las mejores formas de comer frutas, sobre todo en las épocas más veraniegas, puesto que resultan el desayuno perfecto con el que empezar la mañana, por no hablar de que nos ofrecen un excelente aporte de vitaminas y minerales. Sin embargo, lo bueno de las mermeladas y confituras no acaba ahí, ya que además estas pueden hacerse en casa con bastante facilidad.

Si eres una persona que consume habitualmente mermeladas y confituras y te gustaría saber cómo hacer mermelada casera o cuál es la diferencia entre la confitura y las mermeladas, te lo contamos todo a continuación. Si sigues los pasos para hacer mermelada que te contamos, serás capaz de llenarte la alacena con estas deliciosas confituras de frutas de forma simple y con las que podrás comer de forma muy saludable.

Cómo se hace la mermelada

Comenzamos por las mermeladas, que se entienden como una mezcla de conservas de frutas maceradas en azúcar. De esta manera, la mayoría de mermeladas utilizan fruta convertida en puré y conservada en azúcar, a diferencia de lo que sucede con las confituras, como te comentamos más adelante.

En este apartado venimos a explicarte paso a paso cómo hacer mermelada para que si tienes antojo o te gusta la cocina puedas crear tus propias mermeladas en casa:

  • Lo primero va a ser escoger la fruta correcta, ya que para hacer mermelada siempre se utiliza fruta en el punto adecuado de maduración, por lo tanto, que no esté ni demasiado verde ni demasiado madura. Esto se debe a que la pectina es uno de los elementos principales que necesitamos a la hora de hacer mermelada y, en consecuencia, la fruta más madura carece de ella.
  • De esta forma, lavaremos bien las frutas, sobre todo si vamos a hacer mermelada con frutas con piel, para eliminar por completo los pesticidas. A continuación, las secaremos para evitar un exceso de humedad y las troceamos, eliminando cualquier parte de la fruta que esté dañada y que pueda agriar la mermelada.
  • Si vamos a emplear frutas que tienen huesos o semillas, lo más recomendable es utilizar un deshuesador para que podamos extraerlos con facilidad.
  • Seguiremos con el azúcar, que va a ser el elemento más importante de la mermelada, puesto que no solo funciona como endulzante, sino también como conservante. La proporción de azúcar que vayamos a utilizar dependerá siempre del tipo de conserva que vayamos a escoger, pero la medida estándar suele ser 700 g de fruta por 1 kilo de azúcar.
  • La pectina, que ya hemos mencionado, es uno de los aspectos más relevantes que tenemos que tener en cuenta. Añadir un poco de limón puede ayudarnos a compensar la falta de pectina de las frutas. La pectina es importante, puesto que funciona como elemento gelatinizador que ayuda a que la mermelada cuaje con mayor facilidad. Las frutas que tienen más abundancia de pectina son los frutos rojos, las manzanas, los cítricos y el membrillo.
  • A continuación, tendremos que poner el azúcar a cocer y únicamente introducir la fruta cuando el azúcar esté completamente disuelta.
  • Lo siguiente será simplemente dejar que la mezcla de fruta y azúcar se cocine a fuego lento y sacarla cuando notemos que la preparación comienza a densificarse.
  • Para terminar, ya tendremos nuestra mermelada casera preparada, así que simplemente la sacaremos del fuego y la almacenaremos en tarros de cristal. Estos deben estar limpios y secos. Un truco que suele utilizarse es cerrar los tarros y dejarlos boca abajo durante un día para que a la mañana siguiente esté lista para comer.

Aunque preparar mermelada es fácil cuando ya sabemos cómo hacerlo, las primeras veces puede resultar más complejo. Si no te ves capaz de pasar por todo este proceso y prefieres simplemente comprar mermelada casera que ya esté preparada, puedes acudir a https://paiarrop.es/es. Hablamos de una empresa familiar que comercializa productos artesanales y mermeladas caseras y naturales. Además, apuestan por la cultura gastronómica tradicional, así que con todos sus productos podrás disfrutar del mismo sabor de siempre sin tener que preparar tu mermelada por cuenta propia.

Cómo hacer confituras

Ahora que ya hemos visto cómo se prepara mermelada casera, lo siguiente será pasar a las confituras, que, aunque son bastante similares, a su vez, son un producto completamente diferente. Las confituras son una variedad de mermeladas en las cuales podemos encontrarnos trozos de fruta cocidos en almíbar en lugar de azúcar, de modo que tampoco tenemos una mezcla gelatinosa, sino más bien trozos pequeños de fruta o incluso frutas enteras.

Dicho esto, si queremos saber cómo preparar confitura en casa, tendremos que seguir unos pasos concretos, que son los que te comentamos a continuación:

  • Escoger la fruta que necesitamos limpiarla, pelarla y retirar cualquier parte que parezca dañada al igual que hemos hecho en el apartado anterior para preparar mermelada. También deberemos eliminar las semillas o los huesos y, en este caso, la trocearemos en trozos grandes.
  • Hecho esto, tendremos que verter en un recipiente la misma cantidad de azúcar que de fruta, si la fruta no está del todo madura, o un poco menos de azúcar si la fruta ya está lo suficientemente madura. Tendremos que realizar esta acción por capas, es decir, iremos colocando trozos de fruta y por encima una capa de azúcar y repetiremos con más fruta y más azúcar hasta que tengamos el recipiente completo.
  • Lo siguiente será dejar macerar esta mezcla durante al menos 24 horas en el frigorífico. Tendremos que remover de vez en cuando para que todas las frutas entren en contacto con el azúcar.
  • En cuanto pasen las veinticuatro horas, habrá finalizado el reposo, así que meteremos el preparado en una cazuela de acero y lo pondremos a hervir. En cuanto notemos que la superficie se desespuma, bajaremos un poco el fuego para que se haga la confitura a cocción lenta durante una hora.
  • Durante este proceso de cocción podremos agregar un poco de zumo de limón para que funcione a modo de antioxidante y, además, le aporte un poco de pectina, como ya hemos mencionado.
  • Cuando la confitura esté completamente elaborada podemos sacarla y almacenarla también en tarros limpios y secos para comenzar a disfrutarla en cuanto queramos.

Diferencia entre mermelada y confitura

Como hemos podido observar, en ambos procesos nos encontramos con que la elaboración es bastante parecida, sin embargo, el resultado es diferente. Si todavía te estás preguntando cuál es la diferencia entre una confitura y una mermelada, ambas se diferencian en la cantidad de azúcar que se utiliza para la elaboración, la cantidad de fruta que llevan, el método de preparación propiamente dicho, el estado de las frutas que se utilizan y la textura y consistencia final.

La confitura se prepara con la pulpa de las frutas, que han sido cocidas en el almíbar y, por lo tanto, siempre va a tener más azúcar que una mermelada. El contenido de fruta mínimo tendrá que rondar el 35%. Mientras que para una mermelada suele ser igual o superior al 50%. La mermelada se cuece con azúcar y como resultado nos queda una especie de puré con una consistencia más bien líquida. La confitura, por el contrario, se prepara en una cocción de almíbar, y ya que suele emplearse más bien la pulpa de las frutas, lo que da como resultado una textura más gelatinosa.

Con todo esto podemos deducir que el azúcar siempre va a estar más presente en una mezcla de confitura que en la de mermelada, puesto que en la mermelada suele tener una proporción del 40% de azúcar, mientras que en la confitura puede ser de un 60% o más. Es por esto que se suele decir que la mermelada es más sana que la confitura, puesto que lleva menos cantidad de azúcar, aunque todo esto dependerá siempre de la calidad del producto y de su elaboración.

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