Uno de los platos más conocidos de la gastronomía española son las croquetas. Pero el problema viene dado en que muchas personas no saben hacerlas. En este artículo te vamos a dar una serie de trucos para que te sea más fácil hacerlas en casa. Te puedo asegurar que el sabor de unas croquetas caseras no tiene nada que ver con las congeladas. Cuando aprendes a hacerlas por ti mismo ya no quieres volver a disfrutar de las congeladas nunca más.
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¿Es fácil hacer unas croquetas perfectas?
La respuesta es no. Para conseguir unas croquetas perfectas es fundamental practicar bastante. No hay nada como la experiencia y una buena receta para obtener los resultados esperados.
Una de las cosas más complicadas es dar forma a las croquetas. Pero si te pasa eso, te recomiendo usar una croquetera que te será de gran ayuda. En https://tugaveta.com/la-croquetera puedes encontrar una amplia variedad de croqueteras entre las que elegir. Te puedo asegurar que te serán de gran ayuda a la hora de conseguir unas croquetas con mejor imagen.
Pero la imagen no lo es todo, sino que la calidad de las mismas también lo es. Por ese motivo, te voy a mostrar una receta con la cual te será más fácil conseguir los resultados esperados.
Hacer una buena bechamel
Es importante hacer una buena bechamel para conseguir unas croquetas perfectas. Para conseguirlo, es fundamental usar la misma cantidad de harina que de mantequilla. Si no te convence la mantequilla, siempre la puedes sustituir por aceite.
Para que te hagas a la idea, por cada litro de leche necesitarás unos 150g de mantequilla y harina. Al principio es bueno realizar las medidas, pero cuando aprendas a hacerlas te darás cuenta de que a ojo es mucho más fácil de conseguir los resultados esperados. Por otra parte, si el relleno que vas a meter a las croquetas es grasoso, entonces la cantidad de mantequilla deberá ser menor. Así conseguiremos la textura agradable que buscamos.
Cantidad de relleno
El relleno va a gustos. Las croquetas se pueden rellenar con muchos ingredientes, todo dependerá de lo que estés buscando. Para conseguir un relleno equilibrado te recomiendo unos 150g de relleno por cada litro de leche. Eso hace que los resultados siempre sean perfectos. Aunque luego hay gustos para todo. Hay personas a las cuales les gustan más cargadas y a otras menos.
Si te estás preguntando si usar cebolla, yo te la recomiendo usar únicamente cuando los ingredientes con los cuales vas a realizar el relleno no tienen mucho sabor. Si son potentes ya de por sí, por ejemplo, el jamón, entonces la cebolla ya no será necesaria.
Cómo hacer un rebozado correcto de las croquetas
El rebozado es fundamental para evitar que las croquetas se nos abran y en consecuencia no queden perfectas. Si se nos abren al freírlas, hay que taparlas porque saltarán mucho y nos pueden quemar. Pero es inevitable que una croqueta se abra, sobre todo si estamos comenzando. Para evitarlo, el rebozado debe ser el adecuado y así conseguiremos un exterior crujiente y nada grasiento.
A la hora de conseguir la forma perfecta siempre puedes usar un buen croquetero. Son de gran ayuda a la hora de hacer en casa croquetas. Pero si no quieres gastar dinero, siempre puedes usar un par de cucharas o incluso darlas la forma con las manos. Eso sí, siempre tienen que estar limpias para que sean higiénicas. Siempre hay que intentar que tengan el mismo tamaño, aunque es verdad que en muchas ocasiones es complicado al ser caseras.
El rebozado siempre tiene que ser uniforme. Para conseguirlo tiene que tener una capa de pan rallado fino, huevo batido y luego otro baño de pan rallado. En este último caso puede ser fino o grueso. Todo depende si las quieres más o menos crujientes. Un consejo, para evitar que queden grumos, es fundamental batir correctamente el huevo.
Trucos para freír croquetas
Cuando las tenemos listas, es el momento de freírlas para obtener los resultados esperados. Si hemos realizado bien los anteriores pasos, pero no hacemos bien la fritura, entonces los resultados no serán los deseados.
- Reposo: te recomiendo dejarlas reposar en la nevera un cuarto de hora tras el rebozado. Así conseguirás que el rebozado se seque un poco y sea más fácil conseguir el crujiente que buscamos.
- Aceite: siempre tenemos que usar aceite nuevo y en cantidad. Es verdad que se pueden freír con aceite de girasol por el ahorro. Pero si realmente quieres obtener buenos resultados, el aceite de oliva se presenta como la mejor opción. Es la más resistente y el sabor siempre es más agradable.
- Temperatura: para que la croqueta quede perfecta te recomiendo freírlas a una temperatura de 180º. Con una freidora es muy fácil controlar la temperatura, en una sartén es algo más complicado. En ese caso, puedes usar un termómetro de cocina.
- Temperatura constante: para que todas nos queden por un igual, es importante que la temperatura sea constante. Para evitar una bajada de golpe, te recomiendo freír poco a poco las croquetas. Evita en la medida de lo posible freír muchas a la vez o no te quedarán bien. Además, si eres novato, te será más fácil controlar unas pocas que no muchas. Tardarás un poco más, pero merece la pena.
- Eliminar el exceso de grasa: cuando estén doradas, será el momento de sacarlas con la ayuda de una espumadera. En ese momento tendrás que ponerlas sobre un papel de cocina absorberte y así evitar que queden muy grasosas. Si vas a tardar un poco en comerlas, también puedes usar un colador para evitar que suden en su misma grasa y pierdan el crujiente.
De esta manera te quedarán las croquetas crujientes. Eso sí, nunca las metas en el microondas porque perderán su esencia y no te gustarán nada. No lo uses ni para cocinarlas ni para recalentarlas. Siempre en aceite para obtener los resultados esperados.
Puede que a la primera no te queden perfectas, pero con varios intentos le irás cogiendo el truco. Si te quedan bien, no volverás a comer croquetas congeladas, siempre optarás por las caseras. No tienen nada que ver.