La mandarina y la naranja son dos frutas que pertenecen al grupo de los cítricos y que tienen un aspecto muy similar. Gracias a sus cualidades, a priori muy parecidas, es habitual consumirlas indistintamente según la pieza que tengamos más a mano o la apetencia del momento.
Sin embargo, estas tienen cualidades diversas y sus propias características diferenciales. Si tú tampoco las conoces y quieres saber un poco más sobre estas dos frutas tan comunes en los hogares españoles, de sabor delicioso e ideales para hacer ricos zumos, ¡sigue leyendo! En este artículo te mostramos cómo es cada una, sus diversos beneficios y cómo es mejor consumirlas.
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Mandarina y naranja: ¿en qué se diferencian?
La naranja es una fruta que se obtiene a partir del naranjo dulce, del amargo o de otras variedades mixtas. Por eso las podemos encontrar con toques de sabor diferentes en las fruterías y clasificadas en especies para mesa, ácidas o para zumo.
Por su parte, la mandarina es un fruto que proviene de diferentes mandarinos o híbridos, pues también se puede encontrar con matices variados. Pertenece a lo que se denomina el grupo de los hesperidios.
Como podemos comprobar, su origen no es el mismo y, como tal, tienen sus propias particularidades diferenciales. A continuación, te mostramos las más destacadas.
El tamaño y la forma
Las naranjas suelen tener un tamaño más grande y voluminoso, además, sus formas son más redondeadas y aplanadas, aunque depende de la pieza, la variante y el clima en el que se han cultivado. Diferenciamos las mandarinas a simple vista porque muchas de ellas caben perfectamente en la palma de la mano, con un volumen más modesto.
Los gajos y la piel
Las naranjas tienen una piel fina y muy pegada a su carne interior, por lo que es habitual necesitar la ayuda de un cuchillo para pelarlas correctamente. Las mandarinas tienen la piel más gruesa y gajos de menor tamaño que se separan con mayor facilidad entre sí.
El sabor
Pese a que los matices de sabor pueden variar entre las diferentes especies de naranjas y mandarinas, así como el clima en el que han sido cultivadas, lo cierto es que las últimas suelen ser algo más dulces y presentar un índice de azúcar más elevado.
Los nutrientes
Ambas frutas comparten muchos nutrientes idénticos en su lista de propiedades, aunque en dosis bastante diferentes. Mientras que la naranja nos aporta una mayor cantidad de vitamina C, la mandarina destaca por tener una cantidad más alta de vitamina A.
Naranja o mandarina ¿Cuál es mejor?
Si la naranja y la mandarina son diferentes, ¿cuál es la mejor fruta o la más completa? Pues lo cierto es que, para una alimentación equilibrada y completa, lo ideal es introducir las dos frutas en la dieta.
La naranja nos va a aportar una mayor cantidad de vitamina C, también de vitamina B3, calcio y hierro. Por otro lado, la mandarina nos ofrece una buena dosis de vitamina A que ayuda en el crecimiento, fortalece el sistema inmunológico y es crucial para una buena visión.
Beneficios de las naranjas y mandarinas
Introducir frutas naturales en nuestra dieta diaria es altamente beneficioso para la salud, por no decir que resulta imprescindible. Las naranjas y las mandarinas tienen cantidad de beneficios que las hacen perfectas para consumir en el desayuno, como tentempié o a la hora de la merienda, ¡a tu gusto! Aquí te mostramos todo lo que te pueden ofrecer.
Los beneficios de las naranjas
- Facilitan la digestión y mejoran las molestias en el estómago.
- Favorecen el tránsito intestinal.
- Elevan el conocido como colesterol “bueno”.
- Combaten las hemorroides.
- Previenen de los resfriados.
- Ayudan y mejoran la formación de los huesos gracias al calcio.
- Combaten la retención de líquidos.
- Previenen las enfermedades cardiovasculares.
- Ayudan a acabar con la depresión.
Los beneficios de las mandarinas
- Ayudan a mantener un buen peso gracias a su contenido en fibra, pues tiene un efecto saciante que nos quita el hambre durante horas.
- Previene el cáncer de hígado gracias a sus vitaminas.
- Mejora la presión arterial alta.
- Ofrece propiedades antisépticas y antifúngicas.
- Protege los tejidos del cuerpo y previene la aparición de estrías u otras marcas.
- Previene el cáncer de mama.
- Previenen la producción excesiva de colesterol.
- Potencian el sistema inmunológico para combatir virus o infecciones.
¿Cómo consumir naranjas y mandarinas?
Las naranjas y mandarinas son muy versátiles, por lo que permiten ser consumidas de muchas formas diferentes. Lo mejor para aprovechar sus propiedades al máximo es tomarlas en su forma natural o bien en zumo. Eso sí, el zumo debe ser recién exprimido o no procedente de concentrado (NFC) como el que elaboran en https://www.zuvamesa.com/es. Esto es importante, pues las versiones que provienen de concentrados o que tienen otros ingredientes pueden ser mucho menos saludables e incluso ofrecerte un aporte de azúcar muy elevado, que acaba siendo bastante negativo para tu organismo.
Para comerlas en su forma natural puedes optar por introducirlas en ensaladas, macedonias o combinarlas con otros ingredientes en los desayunos, como pueden ser los cereales o los yogures naturales. Todos estos formatos te ayudarán a degustarlas de una forma más creativa sin tener que comerte la pieza al completo si esto te disgusta.
Lo que no se recomienda tanto es optar por la elaboración de postres o mermeladas. Si bien es cierto que hacer estos platos caseros es más sano que optando por los industriales, de nuevo podemos caer en el exceso de azúcares o en la combinación con ingredientes menos favorables para la salud.